martes, 20 de enero de 2009

"Lo imaginado siempre será realizable"

El mundo agitado del venezolano, muchas veces le quita tiempo para poder deleitarse con una de las grandes obras literarias de todos los tiempos o para comprender la vida de los grandes autores universales, ampliando así nuestros conocimientos y percepción de la realidad misma. Y ocurre menos cuando se trata de una obra que nos acerque más a nuestro país.

El Soberbio Orinoco de Julio Verne es un libro que cumple con las características mencionadas anteriormente. Autor de carácter universal que nos expone lo más recóndito del Estado Bolívar. Pero también es una historia muy poco conocida tanto nacional como internacionalmente. Aunque esto no le quita el tesoro literario que puede llegar a ser.

Para comprender una obra a profundidad primero hay que entender la vida del autor y el contexto en el cual le tocó vivir, que siempre tiene una influencia directa en cada uno de los relatos.

Jules Gabriel Verne nació el 8 de febrero de 1828 en Nantes, Francia. Es el primer hijo de Pierre Verne y Sophie Allote de la Fuyë, teniendo 4 hermanos, Paul, Anna, Mathilde y la más pequeña Marie. Una familia burguesa muy acaudalada donde el padre de familia era abogado y esperaba lo mismo de sus hijos.

Desde pequeño fue un excelente estudiante, demostrando dotes importantes en geografía, jugando con telescopios, observando los barcos y estudiando la naturaleza circundante. Pero la parte literaria nació en su persona cuando se enamoró de su prima Caroline Tronçon, escribiéndole hermosos versos y tragedias de alto nivel para un joven, pero todas fueron rechazadas y vistas en tono de burla, determinando así el carácter del autor en asuntos amorosos.

Como quiso su padre estudió derecho en París, pero viviendo de pan y agua sólo para poder ahorrar lo suficiente y comprarse libros e ir al teatro, pues “Las necesidades del espíritu son más importantes que las necesidades del cuerpo” como él mismo explicó alguna vez.
Luego de terminada la carrera decide no ejercerla y comienza a estudiar Química, Botánica, Geología, Mineralogía, Geografía, Oceanografía, Astronomía, Matemática, Física, Mecánica y Balística, todo por su cuenta, lo que complica la relación con su padre.

Pasó años estudiando para lograr lo que significó el mayor éxito de su vida, mezclar la ciencia dentro de la literatura. Esto se debe a que vivió en todo el auge positivista, donde la ciencia era considerada, por Hegel, una religión, el todo para el hombre, era lo único que podía garantizar el desarrollo y progreso.

Así pues, anhela crear historias de ficción donde se demuestre la necesidad que sentía el hombre a finales del siglo XIX de dominar la naturaleza. Estudia al máximo e incluso llega a conocer a grandes ilustres como Alexander Dumas y a Alejandro de Humboldt, este último siendo de gran importancia para sus obras. Todo esto lo consume físicamente pero logra su cometido.
Pierre-Jules Hetzel fue el hombre clave que publicó las obras de Verne en su Editorial, entre las más conocidas tenemos Viaje al Centro de la Tierra, Vuelta al mundo en 80 días, 20.000 leguas de viaje submarino, Los hijos del Capitán Grant, De la tierra a la luna, La isla Misteriosa, Miguel Strogoff, Escuela de Robinsons, entre los 72 libros que publicó y demás historias. Entre esas se encuentra el Soberbio Orinoco.
Este relato fue realizado faltando siete años para la muerte del autor, en 1898. Por lo que se evidencia la madurez en su redacción y temas tratados.

Todo comienza con Don Felipe, Don Miguel y el Sr. Varinas, tres exploradores que quieren demostrar de dónde surge verdaderamente el Río Orinoco, del Atapabo propone el primero, del mismo Orinoco el segundo y del Guaviare el tercero. Para lo que deciden emprender un viaje hasta lo alto del torrente.

Simultáneamente se nos presenta al mozo Juan de Kermor y su tío el Sargenteo Marcial, dos franceses que llegan a Venezuela en busca del Padre del más joven. La única pista que tienen es una carta proveniente de San Fernando de Atapabo, en el mismo fluvial.

Ambas cooperativas se dirigen al mismo punto simultáneamente, prestándose apoyo en todas las peripecias que les toca vivir en el recorrido. En medio del viaje se encuentran a otros dos exploradores, Jacques Helloch y German Paterne, franceses contratados por el gobierno venezolano para explorar la región.

Juntos recorren una gran extensión del Orinoco durante más de un mes. Jules Verne realiza una descripción maravillosa de todos los paisajes, caseríos, pueblos y animales que observan los aventureros. De una manera tan pulcra como si estuviese explicando la geografía francesa.
Me recuerda al movimiento literario el Criollismo en Venezuela, especialmente la obra Canaima de Rómulo Gallegos, con una elaboración del ambiente sumamente detallado, pero este autor estuvo viviendo y estudiando la zona presencialmente.
Verne xonsiguió tal veracidad porque se basó en los Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente de Alejandro de Humboldt. Algo que llama mucho la atención es la precisión que tenía el autor al momento de establecer los nombres de las poblaciones y sus ubicaciones.

Al analizar todo el camino que vivieron los personajes, comenzamos desde Ciudad Bolívar, partiendo en barco por la isla de Oropiche, la Isla de Bernabela (donde se encuentran el mono capuchino del Orinoco, tal como en el libro), pueblo Moitaco, Aldea de Santacruz (Santacruz del Orinoco actualmente), el pueblo de Mapire, la desembocadura del caura y el caserío las bonitas, hasta llegar a Caicara. Todas estas poblaciones existen hoy y en el orden descrito en la obra.

El viaje continúa en las piraguas, tipo de embarcaciones indígenas, río arriba por las poblaciones de Buena Vista, donde realmente las tortugas asisten para colocar sus huevos, de igual manera como en la Urbana, donde ocurre el terremoto que hace que los quelonios se precipiten al Orinoco.

Luego seguimos hacia la desembocadura del río Meta, donde los Quivas atacan al Sargento Marcial, tanto el afluente como los indígenas existen. Así llegan a San Fernando de Atabapo, que está, según el libro, a 237mt sobre el nivel del maro, pero aquí si vemos una diferencia con la realidad, pues está realmente a 65mt snm. Además hay evidencias que Alejandro de Humboldt visitó la localidad el 24 de abril de 1800.

Al no encontrar evidencia de su padre, Juan decide seguir el viaje hasta la Misión Santa Juana y Jacques Helloch y Germán Paterne deciden acompañarlos. Pasan por la Laguna Carida, Danaco, el Río Mavaca y el Río Padamo, todos existentes y en la ubicación precisa que describe Verne.
Todas estas coincidencias tan precisas son simples evidencias del estudio detallado que hizo de los documentos de Humboldt. Otro punto que vale la pena mencionar son los grupos indígenas mencionados, entre ellos tenemos:

· Los Quivas, grupo que huyó de las mesetas para liberarse del contacto de los blancos.
· Los Guahibos, que se encuentra ubicados en varias partes de los llanos, pero nos interesan los localizados entre el río Meta y el Orinoco. Son el grupo más numeroso del Orinoquía.
· Los Sikuani: tienen su asentamiento permanente al lado de los ríos, pero en la parte alta para evitar inundaciones, pero a su vez facilitar el cultivo y la supervivencia.

Estos datos nos hacen entender quien es el verdadero protagonista de la historia. Aunque se llegue pensar que es Juan o Juana, realmente no toma la primacía en todo el relato y aún menos los otros personajes. Realmente el eje principal de todo es el mismo Orinoco.

El autor ya nos da una pista en el título, “Soberbio Orinoco”, pero no estamos acostumbrados a tener a algo como personaje principal, ni siquiera lo consideramos personaje. Otro aspecto es que el relato comienza con el río y termina con el río. Cuando los exploradores buscan saber de dónde provienen las aguas del río, pero no llegan a ninguna conclusión, pues el Orinoco es simplemente el Orinoco.

Un aspecto importante es el dualismo presente en la obra, que ya se ha vuelto algo importante y representativo en el repertorio de este autor francés. Siempre se ha esforzado por contrarrestar el bien y el mal, lo bello y lo feo, el hombre y la mujer. Esta obra no podía ser la excepción de esto.

Pero el dualismo se ve mejor ejemplificado con los problemas de identidades, que es una de las claves del relato. El más impactante e inesperado es el de Juan. Mientras el joven busca a su padre, empieza a levantar sospecha de que algo en él está mal, pues el Sargento Marcial no lo deja sólo nunca, y además no hay evidencia que su padre tuviera un hijo varón.
A pesar de todo esto, el lector no logra darse cuenta de la verdad si no hasta el Chubasco a 3km de San Fernando de Atabapo, donde Jacques Helloch rescata a Juan de la fuerte corriente del río, dándose cuenta de cuál es su verdadero sexo.
Otro aspecto del dualismo se observa en Jorrés, un español que sube a la piragua al patir hacia la Misión Santa Juana. Helloch empezó a desconfiar de él cuando un indio Baré afirma conocerlo de algún otro lugar, además de sus desapariciones esporádicas durante el viaje. Esta doble personalidad también resulta ser sorprendente ya que los aventureros están siendo amenazados por un grupo rebelde y guerrero indígena como son los Quivas. Generalmente la persona que lee el libro cree que el marinero misterioso será un integrante de esta organización, pero resulta ser el líder de la misma, Alfaniz.
Además tenemos al Padre Esperante, fundador de la Misión Santa Juana, quién realmente era el Coronel Kermor. Y si vemos un poco más allá, este mismo problema surge con los tres exploradores que buscan entender el origen del Orinoco ¿De qué río surge realmente? ¿Cuál es el más predominante de todos? Pero lo que ocurre en realidad es que los afluentes se mezclan en un río de Identidades llamado Orinoco.
Es necesario resaltar que las obras más importantes de Julio Verne, como Vuelta al mundo en 80 días, Viaje a la luna o Viaje al centro de la tierra, tienen su gran gancho en los avances científicos que propone, en la imaginación de ver más allá y crear máquinas que nadie se había imaginado antes. Aunque actualmente nos suenen tan familiares.
En Soberbio Orinoco, este aspecto cambia totalmente, nos encontramos en la etapa de maduración del autor, luego de haber escrito tantas obras, deja a un lado un poco lo que es la invención o creatividad científica para dedicarse a una impecable descripción y ambientación. Lo único novedoso que podemos apreciar es la referencia de un ferrocarril que llevó a los viajeros desde Caracas a Ciudad Bolívar, cuando aún no se había construido en Venezuela.

Esta evolución se puede apreciar gracias a la decepción o desilusión que vivió con la ciencia en el trascurso de su vida. Fue una persona que veía más allá, un visionario que tenía mucha fe en la tecnología, pues en plena época positivista eso era lo fundamental. Pero al ver que no se desarrollaba la tecnología como él siempre lo imaginó y los filósofos racionalistas empezaron a predominar, comenzó a escribir relatos sin la supremacía de las invenciones.
Se muestra también un apoyo escondido hacia la mujer. Una época donde todavía no era reconocido el sexo femenino como igual, por lo cual muestra a Juana disfrazada de hombre para que sea respetada y así se facilite el viaje. Pero en realidad uno de los personajes que une al río con Jacques y con los exploradores, es Juana. Es resaltada esta figura, mostrándose tan apta para llevar a cabo las tareas perfectamente como los hombres, incluso con un carácter más fuerte.

Podemos llegar a relacionar también la figura del padre ausente con el mismo padre de Verne. Aunque las causas que separaran a Juana del Capitan Kermor y las de Jules con su papá Pierre sean totalmente distintas, en ambos casos hay una ruptura. Pero la diferencia fundamental está en que Juana busca a toda costa a su padre, mientras no hay referencias de que Jules hiciera lo mismo.

Aunque la descripción del ambiente sea inigualable, con un detalle magnífico, la historia como tal, la trama no llega a ser realmente impactante o a atrape al lector. Algo fundamental en cualquier obra literaria. El inicio, a mí parecer, es muy lento, no se definen bien a los personajes ni su participación en el cuento, luego el nudo es lo que llega a captar totalmente la atención, el cambio radical que toma la historia cuando Juan resulta ser Juana. A partir de allí se toma un ritmo normal, incluso acelerado en algunas ocasiones, donde conocemos el desenlace antes de lo esperado.

Esto puede ser explicado fácilmente, pues el verdadero personaje es el Orinoco por lo que demás no tenía tanta importancia. El fin de Verne no era crear una historia de hombres si no una historia de paisajes.
Pero hay que tomar en cuenta que en la literatura todo es un equilibrio entre diversos factores, en este caso entre ficción y la realidad misma. La realidad fue descrita a la perfección pero no encontró la medida correspondiente que lo compenetrara con la ficción.

Además, una de las partes que debió haber sido un gancho fue el amor entre Jacques y Juana, aunque lamentablemente no fue así. El intercambio de sentimientos fue muy breve de igual manera como las manifestaciones de amor. Pero esto si puede ser explicado rápidamente con la relación que tuvo con su prima Caroline Tronçon y el gran rechazo que recibió de esta. Debido a tal situación sus novelas nunca se identificaron por ser grandes relatos de amor.

Finalmente ¿Por qué es tan importante conocer esta historia? Para el venezolano es totalmente fundamental saber más acerca de nuestro propio país y la experiencia puede ser más enriquecedora si es explicada por alguien ajeno a ella que pueda percibir las cosas de una manera más objetiva.

Es un libro que nos ayuda a encontrarnos con nosotros mismos ¿Cuántas personas de Venezuela saben que los indios para inaugurar las casas arrojan el mal espíritu con un papagayo y lo llevan a un bosque?¿O qué el tapir es un animal fundamental para las culturas etnias pues allí reposan las almas de sus familiares después de la muerte?
Además de la capacidad que tiene la obra de trasladarnos a un lugar que es de difícil acceso para muchos lectores, pero vivirlo de una manera totalmente creíble y real. Así por ejemplo, podemos conocer todo el proceso que lleva la fabricación de caucho, se realizan incisiones en el árbol, sale una especie de sangría que se extiende sobre una plancha y finalmente se vende la materia prima. Yo no sabía esto a pesar de ser algo importante en mí país.

Aunque que esta novela no se enfoca en comprender la esencia del ser humano como tal, trata de reflejar su mundo, su entorno, su ambiente que de una u otra manera lo determina. En esa época fue algo totalmente innovador escribir historias del “nuevo mundo”, una historia donde el europeo elegante podía fácilmente conocer, sin viajar, esas tierras “salvajes” y darse cuenta de una realidad que le era ajena a él.

Lamentablemente es una de los relatos menos conocidos de este autor aún en Francia. Por orden de importancia de autores franceses según la educación de ese país, tenemos a Moliere, Victor Hugo, Emile Zola, Racine y de quinto a Jules Verne. A pesar de esto es estudiado en primaria de manera obligatoria pero enfocándose en sus grandes obras como Vuelta al mundo en 80 días con el famoso Phileas Fogg.

Desde el punto de vista del autor, nos permite conocerlo un poco más y valorar toda la determinación y perseverancia que tuvo para lograr lo que quería. El sacrificio familiar y físico que realizó para crear el tipo de literatura que siempre quiso. No fue valorado de la manera en que hoy en día se hace, todos su esfuerzos. Muchos pensaron que eran historias de un loco. Pero actualmente nos damos cuenta que fue totalmente un profeta en todo lo que imaginó.

Pero ahora nos encontramos con otro paradigma que cuesta romper para acercarse a este autor, pues son “cuentos para niños” ¿Realmente una obra como Soberbio Orinoco donde se nos explican una maraña de ciudades, indígenas, paisajes, tradiciones y peligros, es para niños? El problema es que la mayoría no están acostumbrados a leer más allá, a profundizar en los temas tratados y así entender el océano de conocimientos que nos brinda el autor. Es más fácil quedarse en la superficie.

Realmente la gran enseñanza es que no existen límites para la imaginación, límites temporales, límites físicos, límites sociales o de paradigmas. El único alto, el único obstáculo generalmente se lo coloca la misma persona. Sólo hay que perseverar y recordar algo que siempre decía Verne:
“Lo imaginado siempre será realizable”

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